viernes, 25 de enero de 2013

Nuevas actividades en colaboración con la Fundación Salamanca Ciudad de Saberes y Cultura


La primera de las nuevas actividades que pone en marcha la Fundación Salamanca Ciudad de Saberes y Cultura, que desarrollarán nuestros técnicos a lo largo del año escolar, lleva por título “La tecnología de nuestros abuelos”  y pretende dar a conocer a los escolares del Primer Ciclo de Primaria el modo de vida que hasta no hace mucho era habitual en gran parte de la provincia y de la capital.

La sesión se centra en resaltar tres ideas fundamentales: ingenio para resolver problemas cotidianos, aprovechamiento de recursos naturales de manera sostenible y finalmente el reciclado y reutilización de materiales y utensilios.

Con estas premisas como eje conductor de la actividad el monitor comienza la sesión abriendo un gran maletón de cuero de viajante, que junto con una cesta de castaño y otra de mimbre, contiene todos los utensilios que mostrará a lo largo de los 90 minutos de duración de la actividad.

La puesta en escena, con utensilios auténticos, refuerzan el contenido de la actividad.

Los alumnos disfrutarán conociendo mediante historias basadas en hechos reales, y narradas con un tono ameno y participativo, de los usos y los principios para la construcción de un gran número de elementos:  cestos, albarcas, cencerros y esquilas, cantimploras de caballería, bozales, cántaras y palanganas, cucharas y cucharones de madera, hocinos, azaduelas, alpargatas, velas y palmatorias, instrumentos musicales, targas y cinceles tipográficos, botellas forradas de espadaña, caracoleras de esparto y rodeznos de centeno.

Los alumnos escuchan la explicación sobre una vieja cantimplora de caballería hecha de mimbre.

Cada uno de estos enseres lleva una detenida explicación en la que se anima a participar a todos los alumnos, que por ejemplo,  podrán ponerse en la piel de un pastor de ovejas y practicar el lanzamiento de chinarros con una honda de cuero. Una de las intervenciones que más interés despierta es la fabricación de una pluma de escritura a partir de plumas de cigüeña y milano, junto con la purificación del aire mediante hierbas aromáticas como la lavanda.

Como conclusión final y evaluación de la actividad se anima a todos los participantes a aprovechar el saber que acumulan los mayores de su entorno más cercano, para que desarrollen una entrevista que les lleve a indagar sobre los utensilios y procesos cotidianos del modo de vida que ha dado origen a nuestra sociedad actual.


Con el otro estreno, que lleva por título “Usos tradicionales de las plantas” pretendemos dar a conocer la faceta de las plantas más desconocida por la gran mayoría de escolares, agrupada bajo el epígrafe de etnobotánica, que estudia los usos tradicionales de la plantas.

Bajo este punto de partida, además de usos gastronómicos, medicinales, culturales, rituales, etc…  hemos querido hacer especial hincapié en la utilización de plantas para la construcción del rico patrimonio monumental que posee Salamanca. Así a través de una serie de pliegos prensados de flora ribereña, planta verde seca o láminas botánicas clásicas, vincularemos el origen de los edificios más emblemáticos de la ciudad con los usos tradicionales de las plantas que desde tiempos inmemoriales hasta mediados del siglo XX han sido habituales en Salamanca.

Un ejemplo de lámina botánica clásica, como las que se muestran a los alumnos.

Para hacer la explicación más amena e interesante, el monitor pondrá los usos en boca de personajes reales de distintas épocas, cuyo oficio o modo de vida estuviera condicionado por el uso de una planta en concreto. De este modo a través de microhistorias se entrelazarán plantas, patrimonio y modo de vida. Por ejemplo, en el caso del sauce, se relata la siguiente historia, documentada en hechos reales:

“              Durante el mes de Mayo de 1775 los salmantinos no oyeron repicar las campanas de la torre de la catedral. Los oficios religiosos y las misas no parecían completos sin los matices metálicos de la campana de Santa Bárbara, la de los Muertos, la de San Miguel ni de la más grande de todas, la de Santa María de la O.

Mandado llamar por el Cabildo Catedralicio, el maestro campanero José Méndez, explica que debido a los dolores de reuma y de cabeza que sufre desde hace un mes, no tiene fuerza suficiente para voltear las pesadas moles de bronce. Dadas las circunstancias se decide sustituir temporalmente al maestro, por uno de gran renombre que vendrá desde Benavente, a proposición del Arcediano de Ledesma,  hasta que José Méndez recupere su estado de salud.

Un maestro campanero en plena faena.

Para su cura se le ofrecen los servicios del boticario del Cabildo, que posee gran fama en la sanación de reumas y dolores con la corteza de los mimbreros. El remedio resultó muy eficaz, y tras dos semanas convaleciente Méndez dejó atrás sus fiebres, reumas y dolores, para volver a ejercer con maestría su profesión. La vida litúrgica y social de la ciudad vuelve a llenarse con los sonidos de sus amadas campanas”.

Las numerosas historias irán combinadas con explicaciones detalladas de botánica, adaptadas al nivel de la Educación Secundaria Obligatoria a la que está desnatada esta actividad.

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